Actitud con el usuario con trastorno alimentario

La ocultación de síntomas por vergüenza suele ser habitual en la persona con trastorno alimentario. Es por ello que en el abordaje del problema la actitud debe ser siempre respetuosa, mostrando un interés por su salud y una disponibilidad abierta y no prejuiciosa.
 
Inicialmente, el farmacéutico debe centrar su preocupación en la demanda del paciente - peso, producto- combinándola con la preocupación por su estado de salud.
 
En caso de franca sorpresa -porque reconozca querer adelgazar o por los métodos que quiere usar para ello- es importante evitar:

  • Transmitir un juicio negativo, como por ejemplo:  “estás en los huesos”.
  • Descalificar su opinión, por ejemplo decirle: “qué tontería”.
  • Debatir sobre su apariencia física. Ejemplo: “pero si estás perfectamente”. 

 
Se recomienda:
 
- Expresar las emociones que se intuyen asociadas a esa distorsión- Ejemplos: “si te ves así, debes pasarlo realmente mal”; “si te lo han contado así, te debe enfadar que no te venda este producto”.

- Expresar de la forma más descriptiva posible la discrepancia exterior-interior (la distorsión). Ejemplo: “desde fuera no se te ve como tú te ves”.

- Conectar esa discrepancia con la necesidad de valoración profesional y la remisión a Atención Primaria. Asimiso, normalizar la atención psíquica  recordando que este problema no es cuestión de inteligencia sino un problema emocional.
 
- Es recomendable evitar las reacciones emocionales -dramáticas, alarmistas o excesivamente angustiadas-, sustituyéndolas por la transmisión serena de una preocupación cuidadosa y una aportación detallada de información. Las consecuencias negativas del trastorno alimentario suelen vivirse a medio y largo plazo, por lo tanto no son un argumento útil, no hacen reaccionar,  y sonarán a falsa amenaza, con la consiguiente desconfianza hacia el profesional.
 
- Es fundamental mostrar una actitud más informativa que interrogativa; a modo de ejemplo: no se debe preguntar si abusa de laxantes sino directamente informar sobre los riesgos del uso inadecuado.
En caso de hacer preguntas, éstas deben formularse en forma de exploración abierta, evitando formato “interrogatorio”, y orientadas al núcleo del problema: la preocupación (subjetiva) por el peso y la imagen corporal.


Si se han observado ya signos de alarma, es recomendable:

- Describirlos con tranquilidad, evitar que haya otros usuarios delante.

-No preguntar ni pedir que confirme la información que hemos observado, sólo se comunica lo que hemos observado.

- No debatir si pone excusas, evita o niega. Ejemplo: si alega que es para una amiga, para un familiar o bien que perdió los laxantes que compró recientemente, ...).

- Mostrar preocupación y disponibilidad, preguntando si se le puede ayudar en algo. Si la respuesta es negativa, reiterar la disponibilidad del profesional para el futuro; informar sobre la importancia de consultar con su médico de Atención Primaria.

Si se acompaña a lo largo del proceso:

- Es fundamental recordar que el tratamiento y la recuperación de los trastornos alimentarios son muy prolongados y, además, pueden ser habituales las recaídas. Esto habitualmente genera angustia tanto al paciente como a los familiares. Es importante ayudar a mantener la esperanza, sin “meter prisa”  y esperando cambios inmediatos.

- Es mejor reforzar la mejoría a nivel emocional -haciendo alusión a su expresión emocional, y no a su peso-, valorando siempre el esfuerzo realizado.
 

Otras recomendaciones:

-Evitar paternalismos que puedan amenazar la autoestima del usuario. Mostrar una actitud de respeto, cuidado y disponibilidad sin invadir.

-Evitar “consejos rápidos” respecto a los síntomas, no suelen ser de ayuda e inducen a un mayor sentimiento de impotencia. Ejemplo: "lo que tienes que hacer es comer".

-En general, evitar comentarios sobre su silueta -ni positivos ni negativos-. Si hay confianza con el usuario y se desea hacer un “cumplido” en cuanto a su imagen es mejor que sea específico y que se lo pudiera hacer aunque tuviera 10 kg más o menos. Ejemplo: sus ojos, su sonrisa, su estilo, lo bien que le sienta un color de ropa,....