Detección de pacientes con trastorno alimentario
Los pacientes con importante restricción de la ingesta pueden tener múltiples complicaciones que son consecuencia directa de la malnutrición.
La restricción alimentaria lleva a una pérdida de masa grasa y muscular. Esta circunstancia origina disfunción de múltiples órganos, así como dificultad para sintetizar varias sustancias que son fundamentales para la vida. Los pacientes con un trastorno de conducta alimentaria grave tienen un riesgo de muerte al menos 10-12 veces superior al de la población general.
Las complicaciones asociadas a esta enfermedad se resumen en los siguientes puntos:
Complicaciones dermatológicas
Los pacientes con bulimia nerviosa o trastornos mixtos con vómitos frecuentes pueden tener complicaciones secundarias, como hipertrofia de las glándulas salivares (parótidas), así como callosidades en el dorso de las manos por roce de los dientes (signo de Russell) y petequias en cara o conjuntiva por el esfuerzo realizado.
Cardiovasculares
- Cambios estructurales: la pérdida de masa miocárdica disminuye la fracción de eyección del ventrículo izquierdo (FEVI) y puede originar prolapso de la válvula mitral condicionando disnea de esfuerzo, episodios de dolor torácico y palpitaciones. Junto con el déficit de tiamina, puede contribuir a la aparición de insuficiencia cardíaca, fundamentalmente durante la realimentación. Estos cambios son reversibles con el aumento de peso. También es más frecuente en estos pacientes cierto grado de fibrosis miocárdica y puede haber derrame pericárdico, que suele ser asintomático.
- Cambios funcionales: es frecuente que los pacientes tengan bradicardia (< 60 lpm), hipotensión arterial (TAS<90 mmHg y/o TAD<50 mmHg), ortostatismo y variabilidad en el intervalo QT en los EKG realizados. Si existe pérdida de iones como potasio, magnesio o calcio puede haber alteraciones electrocardiográficas que predispongan al desarrollo de arritmias, disminución de la contractilidad y de la distensibilidad del ventrículo izquierdo y desarrollo secundario de insuficiencia cardíaca.
Digestivas
Se han descrito casos de pancreatitis aguda por activación de proteasas como la tripsina en relación con la desnutrición, así como aumento del flujo del contenido duodenal hacia el conducto pancreático en las pérdidas rápidas de peso. En bulimia nerviosa puede asociarse a ingesta enólica.
El abuso de laxantes puede originar un colon catártico, por alteración en la inervación y desgaste de sus fibras musculares, que impide un correcto funcionamiento (colon sin peristaltismo) con episodios de dolor, meteorismo, distensión abdominal y empeoramiento del estreñimiento que, excepcionalmente, obliga a una colectomía.
Endocrinológicas
- Amenorrea e infertilidad por hipogonadismo hipogonadotropo. Va de la mano de la pérdida de peso y condiciona que, en edades prepuberales, no se alcance la masa ósea adecuada; o si sucede tras la pubertad, ocasione una pérdida progresiva de la misma con el riesgo de desarrollar osteoporosis y fracturas por fragilidad. En los varones pueden bajar los niveles de testosterona, con disfunción eréctil y disminución de la libido. Tras el desarrollo puberal, el déficit de estrógenos y de testosterona hace que regresen parcialmente los caracteres sexuales secundarios.
- Déficit de IGF-1: por menor producción hepática, con niveles elevados de GH. Debido al descenso de IGF-1, disminuye el potencial de crecimiento en la infancia, llegando a producirse talla baja.
- Déficit de triyodotironina (T3): que es la forma activa de la hormona tiroidea. Esto ocurre para ralentizar el metabolismo y “ahorrar energía” por lo que contribuye a la bradicardia, la sequedad cutánea, la intolerancia al frío y cierta hiporreflexia. En desnutriciones severas, como en cualquier enfermedad grave, pueden descender también los niveles de T4. En la bulimia nerviosa no suele haber afectación del eje tiroideo.
- Aumento del cortisol: en relación con el estrés, por aumento de la actividad de la hormona liberadora de actocortina (CRH). La mayoría de las pacientes no tienen una supresión adecuada del cortisol tras administración de 1 mg de dexametasona exógena, pero el cortisol libre urinario de 24 h suele estar en rangos de normalidad.
- Alteración en la secreción de hormona antidiurética: (ADH) también puede verse afectada, pudiendo presentar tanto secreción inadecuada con hiponatremia, como cuadros compatibles con diabetes insípida parcial e hipernatremia.
- Alteración del metabolismo hidrocarbonado: hiperglucemia secundaria a la resistencia a la acción de la insulina o hipoglucemia por la disminución de las reservas hepáticas de glucógeno en fases muy avanzadas de desnutrición. Se ha encontrado asociación entre la diabetes tanto tipo 1 como 2 y la bulimia nerviosa.
- Hipercolesterolemia: se da en más de un 50% en relación con una disminución de la secreción biliar de colesterol. No suele requerir tratamiento.
Neurológicas
Renales y electrolitos
También puede haber hipomagnesemia e hipofosfatemia, particularmente grave cuando se asocia a déficit de tiamina en el síndrome de realimentación.Está descrita una disminución de la capacidad para concentrar la orina que aparte de estar condicionada por alteraciones en la secreción de ADH también puede ser secundaria a la hipopotasemia. También es más frecuente la litiasis por oxalato cálcico.
Hematológicas
Musculo-esqueléticas
Respiratorias