Signos de alarma
Cuanto antes se detecte y se trate un trastorno alimentario, mejor es el pronóstico. Por lo tanto, es importante estar atento a señales como:
Signos observables:
- Cambios rápidos o drásticos en peso por defecto o por exceso.
- Limitaciones en cantidades, tipos de alimentos o número de comidas.
- Negativa a comer o excusas frecuentes para no hacerlo.
- Desaparición de grandes cantidades de comida.
- Acumulación de dietas o recetas de cocina, tablas de calorías, etc.
- Preocupación excesiva por la composición de los alimentos.
- Comprobación obsesiva del peso corporal y/o silueta y/o evitación de exposición a imagen corporal en espejos, fotografías…
- Ejercicio físico excesivo con el objetivo de controlar el peso y/o la silueta.
- Vómitos autoprovocados.
- Conductas extravagantes con la comida: desmenuzar, cortar en trozos muy pequeños, masticar y escupir, comer de pie…
- Uso de laxantes y diuréticos sin recomendación médica y con el objetivo erróneo de controlar el peso.
- Ingesta importante de agua.
- Comentarios negativos sobre silueta, alimentación o peso.
Sospecha de síntomas:
- Preferencia por comer sola.
- Evitación de situaciones sociales donde la comida está presente.
- Visitas frecuentes al servicio durante y/o después de las comidas.
- Comida en la basura.
- Comida o restos de comida escondidos en lugares poco frecuentes como dormitorios.
- Cocinar para los demás sin probar la comida, preocupación e insistencia en que los demás coman.
- Ocultación del cuerpo con prendas de ropa amplias o mangas largas en verano.
- Permanente actividad y movimiento.
- Excesivo nerviosismo cuando no puede hacer ejercicio físico.
- Aumento de horas de estudio o de actividad.
- En algunas ocasiones, alteraciones en la menstruación o en los signos de desarrollo sexual.
Otras características asociadas:
- Autoestima baja o excesivamente centrada en una dimensión de su vida. Por ejemplo, autoestima excesivamente dependiente de resultados académicos o logros laborales, o muy condicionada por la aceptación de los demás.
- Cambios asociados a malestar psicológico: cambios frecuentes en el humor, irritabilidad, hipersensibilidad, conductas de aislamiento social, dificultades de concentración...
- Perfeccionismo.
- Complacencia o baja asertividad: tendencia excesiva a complacer a los demás, evitación excesiva de conflictos, dificultades para “decir no”…
- Impulsividad.