Infancia

La prevención primaria en el ámbito educativo implica la reducción o eliminación de los factores de riesgo que conducen a los trastornos de la alimentación. Las tareas de prevención primaria se pueden y deben realizar desde Educación Infantil y Primaria, interviniendo en dos áreas fundamentalmente:

 
1. Formación de formadores, incidiendo en las siguientes áreas de formación:
 

  • Educación en hábitos alimentarios sanos dirigida al ámbito educativo, familias y alumnos con objeto de orientar en torno a las comidas regulares y organizadas y evitar la utilización de dietas restrictivas, como pueden ser las hipocalóricas.

 

  • Mantener una actitud crítica ante los estereotipos sociales y culturales.

 

  • Fomentar la comunicación verbal y emocional como forma sana de expresión.

 

  • Trabajar para prevenir situaciones de acoso, reduciendo comentarios despectivos acerca del peso y evitando utilizar la realización de  dietas como medio de presión para adelgazar.

 

  • Fomentar y reforzar la autoestima y la autonomía personal y emocional.

 

  • Trabajar a nivel familiar y en el ámbito educativo la autoestima modulando el nivel de exigencia y las expectativas creadas.

 
2. Escuelas de padres: se necesita abordar desde la primera infancia la importancia de crear hábitos alimentarios, autoestima, autonomía, comunicación familiar eficaz…
 

  • Implantación de hábitos saludables de alimentación y ejercicio físico como forma de juego y relación.
    • Enfatizar la importancia de realizar al menos una comida en familia.
    • Prestar atención a señales corporales de hambre y saciedad señalando la importancia de no utilizar la comida como premio o castigo.

 

  • Aprendizaje de juegos cooperativos (versus competitivos).

 

  • Implantación de habilidades de comunicación:
    • Enfatizar la importancia de las emociones en la comunicación con el niño, de modo que se sienta aceptado y querido por lo que es y no por lo que consigue (logros, imagen).
    • Enseñarles la importancia de la tolerancia, la aceptación de las limitaciones propias y de los otros (mediante la negociación y comunicación de límites).
    • Respeto y fomento de la autonomía.

 

  • Ampliación de la gama de siluetas corporales valoradas (por ejemplo, en muñecas).