Profesionales del Hospital Virgen de la Luz

Profesionales del Hospital Virgen de la Luz

Hospital Virgen de la Luz (Cuenca)
Miércoles, 29 Diciembre, 2021

Soy paciente crónico de 72 años de edad y desde hace dos décadas acudo regularmente a consultas con los especialistas y puedo decir que me han hecho "de todo", en el mejor sentido de la palabra, y conozco bien el Hospital Virgen de la Luz de Cuenca. Es una obviedad afirmar que uno va al Hospital porque algo falla, algo le duele o algo se ha roto. No es un lugar de ocio o recreo y, por tanto, según cada carácter, podemos sentirnos deprimidos, temerosos, angustiados, irritables, etc. Otros van con la esperanza de que se resuelvan sus males y lo hacen con tranquilidad, paciencia y confianza. Me apunto a esta segunda opción. Soy un defensor convencido de la Sanidad Pública porque es un logro histórico de la Justicia Social, el Humanismo y de la Democracia más avanzada. Creo que los pacientes debemos hacer lo posible por defender la Sanidad Pública y para ello lo primero sería fomentar la cercanía y la solidaridad con el personal sanitario. Ellos, a base de tratar a diario a mucha gente, saben lo que no está escrito sobre relaciones humanas y distinguen bien las reacciones negativas o positivas que se producen en un Hospital, lo cual no es nada fácil. Tienen mucho mérito. Está muy bien mostrarles apoyo con aplausos desde un confinado balcón, pero no basta. Cuando acudamos a un centro médico, centro de salud o al hospital, deberíamos mostrar amabilidad, corrección, confianza, empatía, etc. En suma: sincero RESPETO. Con respeto todo fluye, seguro. Los pacientes en conciencia estamos en deuda con ellos y más en estos tiempos tan confusos donde la pandemia se aprovecha para abusar de recortes, privatizaciones, trato laboral injusto, etc., que lleva a la Sanidad Pública a una zozobra inadmisible.

Quiero, finalmente, expresar mi agradecimiento de tantos años al personal de los centros de salud y del Hospital Virgen de la Luz por lo bien que me han tratado siempre, profesional y humanamente, lo que me ha hecho también ser mejor persona. Especialmente agradecido con el personal de la 6ª PLANTA DE HOSPITALIZACIÓN, donde me he sentido como en mi propia casa o, mejor aún, en casa de amigos.

Compañeros, ¡Salud!

Rafael M.M. (Landete. Cuenca)