Quizá no recuerde el nombre, pero casi seguro que recuerda el caso. Septiembre de 2015, derrame pleural masivo, varón, con signos de malignidad en células del líquido pleural y biopsias pleurales cerradas negativas. Lo trasladamos todo a la Comunidad de Madrid por circunstancias familiares. Finalmente se confirmó el diagnóstico sospechado.
En el trascurso de estos 18 meses mi padre le ha nombrado en varias ocasiones. No puedo por menos que agradecerle en su nombre el trato recibido y la celeridad en las pruebas que estaban en su mano durante el ingreso para llegar al diagnóstico. "Ya lo dijo el Dr. Rojas, que era de los difíciles", decía mi padre, y le estaba muy agradecido, por lo que hizo, lo rápido que lo hizo y cómo se lo explicó. Han sido 18 meses de lucha, con rachas buenas y una calidad de vida aceptable. El último mes ha sido el más complicado. Ya descansa.
Una mención especial para su compañero el Dr. Jesús Manuel Pérez Laya, por su seguimiento e información durante la hospitalización y las consultas. Le deseamos toda la suerte del mundo en sus inicios profesionales, ya habrá terminado su residencia. El trato por su parte fue inmejorable, al igual que la información recibida para cada prueba necesaria y las explicaciones durante la realización de las mismas. El respeto, la información, la sinceridad y la empatía lo son todo para el paciente. Gracias, Dr. Laya.
Nuestro agradecimiento más sincero a todo el personal sanitario y no sanitario que trabajaba en el servicio de hospitalización de neumología en septiembre de 2015. Gracias por el trato y la atención recibida.