Profesionales del servicio de Neurología y Unidad de Cuidados Intensivos

A todos aquellos que dedican su vida a hacer un poco mejor la de los demás...

Mi padre ingresó en el hospital el pasado uno de febrero y falleció el día cuatro. He de decir que me sorprendió el nivel de desempeño que tuvo todo el mundo dadas las condiciones en las que se encuentra el hospital.

Pronto supe que mi padre no iba a volver a ver a sus hijos ni a sus nietos y, aunque es complicado de asimilar, volvía cada día en coche hasta la localidad donde resido pensando en lo probablemente poco valorada que está la sanidad pública y sus profesionales, e increíblemente bien que se portaron con mi padre en sus últimos momentos y sobre todo con nosotros. Fueron y son uno verdaderos héroes, empáticos, anónimos, sensibles... y podría seguir así durante un buen rato.

Por ello quiero agradecer:

     - A los médicos de Neurología, su profesionalidad y sensibilidad para comunicar algo tan difícil de entender con la claridad que hace a un hijo entender que hay que dejar marchar a un familiar tan querido.

     - A todo el personal de la Unidad de Cuidados Intensivos por el cariño con el que tratan a los enfermos, incluso a los que no pueden escucharles ya.

Están ustedes hechos de otro material, supongo que lo saben.

No quiero despedirme sin desearles mucho ánimo y buena suerte en este nuevo periodo que van ustedes afrontar dada la expansión del miedo entre los humanos, que siempre es mayor que la de cualquier virus y en ocasiones más letal.

Un agradecido saludo