Francisco Javier Rodríguez del Río, pediatra

Hace unos días nos enteramos de que este gran profesional dejaba la consulta y, por tanto, de atender a nuestra hija, una triste noticia porque es de las pocas personas que luchó por ella y que aún lo hace sin tener porqué. Hoy queremos a través de este agradecimiento mostrarle nuestro cariño inmenso, respeto merecido y admiración reconocida y dejar testimonio público de la carta de nuestra hija a Francisco Javier, su pediatra:
 
Gracias por curarme cuando mis papás estaban asustados, sin solución alguna ...
Gracias por no rendirte, por ser perseverante, por luchas para que estuviera bien y conseguirlo...
Gracias por tu apoyo y ayuda a mis papás, por darles esperanza cuando nadie se la daba...
Gracias por tu preocupación constante y tus ganas porque esté bien...
Gracias por hacer de cada niño algo personal en tu vida...
Gracias por tratarnos a cada uno de nosotros como si fuésemos tuyos y como te gustaría que tratasen a tus hijos...
Gracias por tu vocación, por hacer de tu profesión algo grande...
Mis papás y yo esperamos que allá donde vayas te vaya bien y te deseamos mucha suerte, aunque no la necesitas.
Hoy quiero decirte hasta pronto, gracias y hasta siempre.
Carla