Servicios de Medicina Intensiva y de Neurocirugía

Servicios de Medicina Intensiva y de Neurocirugía

Complejo Hospitalario de Toledo
Viernes, 18 Mayo, 2018

"A veces las palabras no alcanzan cuando lo que se quiere decir desborda los sentimientos, y más en momentos duros. Sin embargo, aprovechando este espacio intentaré expresar con ellas el enorme agradecimiento que tengo hacia los profesionales que cuidaron y lucharon por la vida de mi marido, Jesús, a los que me gustaría llegaran estas palabras. Ingresó la noche del sábado día 3 de marzo, y desgraciadamente falleció el día 9 de mayo. Durante esos más de dos meses fue una batalla constante en la que de una u otra manera luchabais con y por él. Casi todos anónimos, no conozco vuestros nombres. Si en algún momento os presentasteis, perdonad que no lo recuerde. Sé que entendéis que son momentos en los que solo prestaba atención a la información que me proporcionábais de su estado.
 
GRACIAS al padre Rafael y al padre Miguel Ángel, dos de los capellanes del hospital. Pacientes, generosos, dispuestos. Siempre con palabras de consuelo y prestados a ayudar en todo aquello que necesitáramos. Habéis sido el bálsamo que nos consolaba a diario.
 
GRACIAS al equipo de celadores y celadoras de la UCI. Tan coordinados, organizados, dispuestos, pacientes. Respondiendo siempre con una sonrisa de apoyo, incluso con abrazos de consuelo.
 
GRACIAS a todo el personal de enfermería de la UCI. Realizáis un meticuloso trabajo, ponéis enorme cuidado y atención en vuestra tareas, y esa función de "psicólogos" que algunos adoptáis con enorme paciencia, que me aportaron tranquilidad, serenidad y la seguridad de que en todo momento él estaba perfectamente custodiado y atendido. Agradezco también vuestras pacientes explicaciones, vuestras palabras amables, vuestros gestos, miradas y sonrisas de apoyo que me brindabais en las horas de visita o con solo cruzarme con vosotros en el pasillo.
 
GRACIAS al equipo de neurocirujanos, pacientes y cercanos. Admiro sobremanera esas privilegiadas mentes, tan jóvenes y sin embargo tan completas, capaces y resolutivas. Agradezco vuestro trabajo. Sé que hicísteis lo imposible por ayudarle.
 
Y finalmente, GRACIAS a los médicos de la UCI, a todos, porque en algún momento del tiempo que estuvo allí (fueron muchos días), él pasó por vuestras manos. Todos grandes profesionales. Sin embargo, no puedo acabar sin resaltar a dos de los doctores que más estuvieron con él, y por ende conmigo. La Dra. Pilar López  Reina y el Dr. Luis Marina. Es ahora cuando no hay palabras. Cuando el trabajo se hace por vocación, y eso se nota, se hace perfecto, el resultado es impecable, aunque el fin no sea el deseado. Grandes profesionales, pero aún más grandes personas, con una enorme empatía, humanidad, paciencia, sensibilidad, afectuosidad y segura de ser poseedores de un enorme corazón.
 
GRACIAS a los dos por vuestro empeño y cuidado hacia Jesús, y gracias por acompañarnos en esta dura situación, haciéndonos entender, calmando y consolando nuestro dolor. Debéis saber, que sabiendo que estaba en vuestras manos me sentía tranquila, segura y confiada que estaba en las mejores.

María José L. D