Profesionales del Hospital Virgen de la Luz de Cuenca

Escribo para agradecer el trato recibido por mi hijo y por mí misma por parte de todos los profesionales del Hospital Virgen de la Luz de Cuenca. Llevé a mi hijo de 7 años el viernes, 21 de julio de 2023, al hospital por le dolía la tripa, vomitaba y tenía algo de fiebre. Todo el mundo lo ha tratado muy bien, con cariño y paciencia. Le hicieron pruebas y al no tener resultados concluyentes, se las repitieron para mayor seguridad. Cuando ya vieron que había que intervenir porque tenía apendicitis, todo fue muy rápido. Tanto el cirujano como el anestesista hablaron con nosotros para informarnos de que a pesar de que en Cuenca no hay UCI pediátrica, se podía operar al niño en el Hospital. Nos explicaron todo bien y me dieron mucha confianza.

Cuando llevaron al niño a la habitación nos dejaron quedarnos con él tanto a su padre como a mí, nos dieron agua y siempre tuvimos una comida de acompañante. Comida que está bastante rica además, aunque eché en falta algo más de fruta. Le dieron el alta el domingo y nos explicaron muy bien las pautas a seguir y qué cuidados debíamos tener.

Únicamente pondría dos pegas. La primera de ellas es que no me gusta que a un niño de 7 años, cansado porque lleva todo el día en el Hospital, que tiene dolor, malestar y está asustado porque le tienen que operar, se le diga que no pasa nada, que es valiente y un machote y que no llore. Tiene derecho a estar asustado, quién no lo estaría por otro lado. Y no es un valiente ni mucho menos un machote, simplemente está afrontando lo mejor que puede lo que le está pasando, con todo el derecho del mundo a llorar porque así nos sentimos todos un poco menos mal. No obstante, entiendo la buena voluntad por parte del personal y que sólo intentaban animar, lo que agradezco de verdad.

La otra cosa que no me gusto es la prisa respecto a las comidas. Ni mi hijo ni yo tenemos hambre recién levantados, yo sin haber dormido apenas y mi niño con dolor y fiebre y fuera de su casa. En cualquier caso entiendo que todo tiene que tener una organización y un orden y que no puedes desayunar a la una porque se juntaría con la comida y todo sería un caos, pero no quiero que me obliguen a desayunar o a comer.

A pesar de las cosas con las que no estoy completamente de acuerdo, reitero mi agradecimiento a todo el mundo por su profesionalidad y amabilidad.

Gracias.