¿Para qué se utilizan los componentes sanguíneos?

Una adecuada cantidad de componentes sanguíneos en los bancos de sangre de nuestros hospitales posibilita el tratamiento de miles de pacientes que, gracias a ellos, mejoran su estado de salud.
 
 
La única forma de conseguir estos componentes sanguíneos es a través de la donación voluntaria y altruista de sangre, ya sea como sangre completa o como componentes (plaquetas, plasma) seleccionados con programas de aféresis.
 
 
Fraccionando cada donación de sangre completa se pueden obtener tres componentes -concentrado de hematíes, concentrado de plaquetas y plasma- que pueden beneficiar a tres pacientes distintos. En las donaciones de aféresis únicamente se obtienen uno o dos componentes, sobre todo concentrado de plaquetas y/o plasma, pero con mayor eficacia terapéutica.