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Campaña de vacunación frente a la COVID-19

En la actualidad, la Comisión Europea ha autorizado cuatro vacunas: Comirnaty, de Pfizer/BioNTech, autorizada 21 de diciembre de 2020; vacuna de Moderna, autorizada el 6 de enero; vacuna de AstraZeneca, autorizada el 29 de enero y vacuna de Janssen/Johnson & Johnson, autorizada el pasado 11 de marzo. En España se dispone de momento de estas cuatro vacunas, todas ellas cuentan con la  aprobación por parte de la Agencia Europea del Medicamento.

 

No, no es obligatorio vacunarse frente a la COVID-19 pero sí es recomendable.

 

Con la finalidad de conocer las posibles razones de reticencia en diferentes grupos de población se considera importante registrar los casos de rechazo a la vacunación en el Registro de vacunación.

Si estas mutaciones no afectan a la totalidad de la proteína S, es muy probable que las vacunas sigan siendo efectivas ya que precisamente la vacuna estimula el sistema inmune para enfrentarse a la proteína S del virus.

 

Hasta la fecha los datos de laboratorio apuntan a que las actuales vacunas inducen respuestas de anticuerpos que mantienen su capacidad neutralizante frente a las nuevas variantes.

 

La protección óptima de la vacuna se consigue hacia los 7 o 14 días tras haber recibido la segunda dosis, dependiendo del preparado comercial y los datos de la ficha técnica.

La protección óptima de la vacuna se consigue hacia los 7 o 14 días tras haber recibido la segunda dosis, dependiendo del preparado comercial y los datos de la ficha técnica, aunque como cualquier otro medicamento o vacuna puede que no proteja totalmente a todas las personas vacunadas.

 

Con independencia de vacunarse, se deben continuar adoptando las medidas preventivas para reducir la transmisión, principalmente el lavado de manos, el uso de la mascarilla, el mantenimiento de la distancia interpersonal, preferencia por espacios abiertos, ventilación de interiores, reducción del número de contactos y quedarse en casa en caso de diagnóstico COVID-19, espera de prueba diagnóstica, síntomas o contacto estrecho.

 

Sí. La evidencia actual indica que la reinfección por el nuevo coronavirus es excepcional en los 6 meses posteriores a una infección natural. Además, se observa que las personas que se vacunan después de haber pasado la infección tienen una respuesta inmune muy elevada y superior a las de personas que no han tenido contacto con el virus.

 

Las personas menores de 65 años que han pasado la infección pueden vacunarse a partir de las 4-8 semanas con una sola dosis de vacuna. En personas mayores de 65 años se esperará a que se recuperen y terminen el periodo de aislamiento y se administrará la pauta completa.

 

No se recomienda la realización de pruebas serológicas antes o después de la vacunación.

 

La vacuna únicamente está contraindicada en personas que hayan presentado una reacción de hipersensibilidad (de tipo anafiláctico) a una dosis previa de vacuna COVID-19 o a alguno de los componentes de la misma.

 

Se recomienda posponer la vacunación de personas con antecedentes de reacciones alérgicas graves (anafilácticas), especialmente si precisan llevar consigo un dispensador de adrenalina autoinyectable. Esta vacunación se valorará cunado se disponga de más información sobre estas situaciones.

La vacunación debe posponerse en personas con enfermedad aguda grave, pero una enfermedad leve sin fiebre o sin afectación sistémica no es una razón válida para posponer la vacunación. En todo caso, la idea es evitar una posible confusión que haga atribuir erróneamente los síntomas de una enfermedad aguda como posibles reacciones a la vacuna.

No. Con independencia de vacunarse o no, se deben continuar adoptando las medidas preventivas para reducir la transmisión, principalmente el lavado de manos, el uso de la mascarilla, el mantenimiento de la distancia interpersonal, preferencia por espacios abiertos, ventilación de interiores, reducción del número de contactos y quedarse en casa en caso de diagnóstico COVID-19, espera de prueba diagnóstica, síntomas o contacto estrecho.

Todavía es temprano para saber si las vacunas que se están desarrollando ahora solo protegen contra la enfermedad o también sirven para proteger contra la infección, es decir, evitar que nos infectemos e infectemos a otros. Esto lo sabremos más adelante, cuando haya suficientes datos para examinar si las personas vacunadas son capaces de transmitir el virus.

 

La vacuna protege en un elevado porcentaje, pero si se contrae la enfermedad se puede transmitir, por eso es imprescindible seguir manteniendo las medidas de seguridad, principalmente el lavado de manos, el uso de la mascarilla, el mantenimiento de la distancia interpersonal, preferencia por espacios abiertos, ventilación de interiores, reducción del número de contactos y quedarse en casa en caso de diagnóstico COVID-19, espera de prueba diagnóstica, síntomas o contacto estrecho.

Todavía es demasiado pronto para dar una respuesta rigurosa a esta pregunta. Se están empezando a conocer los datos de eficacia de los ensayos clínicos de fase III de cada una de las vacunas. Posteriormente, será necesario hacer seguimiento para evaluar la eficacia de las diferentes vacunas a lo largo del tiempo.

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