Grupo 4. Dirigir nuestras infraestructuras hacia la sostenibilidad
Se considera promover y conseguir una dinámica de trabajo dentro del SESCAM que permita dirigir nuestras infraestructuras, hospitales, centros de salud, edificios administrativos, medios de transporte, etc., hacia el ahorro de energía, la reducción de emisiones, la disminución de la huella de carbono, o el aumento del uso de energías renovables.
En primer lugar, es importante incidir sobre los beneficios que tiene para la salud la reducción de emisiones de Gases de Efecto Invernadero y la implementación en general de políticas de mitigación del cambio climático.
Estos intentos de reducción de emisiones requerirán acción en muchos niveles. En el caso de las infraestructuras sanitarias, muchas de estas instalaciones de atención de la salud ocupan edificios envejecidos e ineficientes desde el punto de vista energético.
Sin embargo, estas instalaciones de salud pueden contribuir significativamente a las emisiones de gases de efecto invernadero. La acción intensiva durante 24 horas de sus servicios y la degradación ambiental a través de la alta demanda de servicios de atención médica y operaciones sobre recursos naturales (energía, agua o adquisición de alimentos), implica plantearse medidas para reducir estos impactos, y disponer de herramientas para ayudar a las instalaciones de atención médica a reducir su huella ambiental.
Una acción inicial puede ser la de identificar acciones: realizar un documento que evalúe las actividades que ya está llevando a cabo para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y conservar energía, identificando departamentos/GAIs que ya están participando en este ámbito.
Por tanto, se considera elaborar listados que permitan aumentar la concienciación con ejemplos como acciones de potencial ahorro, tales como la instalación de nuevos sistemas de eficiencia, métodos de conservación de agua, y mejores infraestructuras que pueden hacer frente a climas extremos.