Soy un paciente de Belmonte (Cuenca). Esta mañana he acudido a la tercera planta del Hospital Virgen de la Luz, a la oficina de la Secretería de Traumatología, con un problema de una cita de mi señora. En dicha oficina he sido atendido por un administrativo, José Daniel Martínez Haro, el cual ha realizado una atención perfecta a la paciente, se ha molestado en llamar a nuestro centro de salud para resolver el problema de la cita, dirigir la cita al especialista de Traumatología y finalmente, imprimir dicha cita. Durante el transcurso de nuestra atención, ha atendido también un par de consultas telefónicas, con igual dedicación y tacto con ambos pacientes, prestándose para resolver la atención solicitada de una manera que yo no he visto habitualmente. Posiblemente otros profesionales realizan el trabajo reglamentario que se les pide y no están obligados a más, pero en este caso creo que hay un plus de dedicación y por eso merece hacer público mi agradecimiento por la excelente atención, además de mi felicitación por el comportamiento y deferencia hacia los pacientes. Soy consciente de que mi opinión no merece mayor importancia, pero al menos quiero dejar constancia, ya que nos creemos con derecho a que nos atiendan sin agradecimiento alguno y solemos acudir de forma apresurada a quejarnos sobre el trato recibido, aún cuando el trato sea correcto porque nos creemos el centro del mundo y pensamos que todos deben estar a nuestra disposición, sin condiciones. Señalar que Daniel ha sido el administrativo que me ha atendido y espero que si en alguna ocasión puedo ayudarle en algo pueda hacerlo al menos con un 50 por ciento de la profesionalidad que él me ha demostrado.

Nos gustaría mostrar nuestro agradecimiento a todo el personal que trabaja en la 4ª planta del Hospital Virgen de la Luz de Cuenca. Hemos pasado tres semanas en el hospital con mi padre ingresado y estamos muy agradecidos con todo el personal, destacando a grandes profesionales como el Dr. David Gata (neurólogo), el enfermero Pedro de Torres y la supervisora de la planta Teresa Alonso, aunque sería un gran fallo no mencionar al resto (celadores, alumnos en prácticas, etc.), pues todos han mostrado amabilidad, buen trato y gran pasión por su trabajo. Muchas gracias de parte de la familia Martínez.

Quiero expresar mi más sincero agradecimiento por la excelente atención que brindan a todos los pacientes y en especial a las personas mayores en el Servicio de Rehabilitación del Hospital Virgen de la Luz de Cuenca. Me consta que muchas de estas personas no tienen los medios para expresar su gratitud, son personas que no están familiarizadas con aplicaciones informáticas por lo que me siento en la obligación de hacerlo en su nombre, ya que veo casi a diario los gestos de agradecimiento de los pacientes hacia estos profesionales.

Es muy conmovedor ver cómo se esfuerzan por tratar a cada paciente con el mayor respeto, cariño y paciencia posibles. Siempre están dispuestos a brindar una atención de calidad y un trato cálido a los pacientes.

Cuando veo trabajar a la fisioterapeuta Concepción Cervel es evidente que su compromiso va más allá de lo que se espera de ella y que siempre está dispuesta a hacer lo que sea necesario para garantizar el bienestar de los mayores a su cuidado. La dedicación de Raquel Arribas, fisioterapeuta, no consta solo de la simple rehabilitación física, ya que se asegura de que cada persona tenga un tratamiento integral que abarque también su bienestar emocional y mental. 

Y en mi caso, Cristina Herrero, también fisioterapeuta, me impresiona su gran actitud y su compromiso con el trabajo. Su empatía y sensibilidad hacia los pacientes es admirable y siempre se esfuerza por ofrecer una atención de calidad y personalizada. 

Quiero destacar el trabajo de todos en general ya que es evidente que cada uno de ellos pone todo su esfuerzo y corazón en lo que hacen y siempre están dispuestos a ayudar y ofrecer una atención excepcional.

En nombre de todos aquellos que no pueden expresar su gratitud quiero deciros que valoramos mucho vuestro trabajo y os agradecemos todo lo que hacéis por los pacientes. ¡Gracias por todo, hacéis un trabajo admirable!