Quisiera agradecer a los profesionales de la planta 1A del Hospital Vigen de la Luz de Cuenca su trabajo, profesionalidad y trato recibido durante el ingreso de mi padre. Gracias por vuestra atención y amabilidad. 

Hola, buenas tardes.

A causa de una pancreatitis tuve que estar ingresado en la primera planta de este hospital del 24 de diciembre de 2019 hasta el día 10 de enero de 2020. Posteriormente me han atendido en urgencias y he necesitado volver a ingresar dos veces más, en estas ocasiones en la segunda planta.  Durante estos últimos meses he tenido tiempo de valorar el gran servicio de ese centro hospitalario.

Agradezco a todo el personal que de una forma u otra me ha atendido y ha cuidado para que mis estancias allí fueran lo más satisfactorias posibles. Resaltar la gran amabilidad en el trato y la excelente profesional con la que se trabaja.

Un saludo y GRACIAS

A todos aquellos que dedican su vida a hacer un poco mejor la de los demás...

Mi padre ingresó en el hospital el pasado uno de febrero y falleció el día cuatro. He de decir que me sorprendió el nivel de desempeño que tuvo todo el mundo dadas las condiciones en las que se encuentra el hospital.

Pronto supe que mi padre no iba a volver a ver a sus hijos ni a sus nietos y, aunque es complicado de asimilar, volvía cada día en coche hasta la localidad donde resido pensando en lo probablemente poco valorada que está la sanidad pública y sus profesionales, e increíblemente bien que se portaron con mi padre en sus últimos momentos y sobre todo con nosotros. Fueron y son uno verdaderos héroes, empáticos, anónimos, sensibles... y podría seguir así durante un buen rato.

Por ello quiero agradecer:

     - A los médicos de Neurología, su profesionalidad y sensibilidad para comunicar algo tan difícil de entender con la claridad que hace a un hijo entender que hay que dejar marchar a un familiar tan querido.

     - A todo el personal de la Unidad de Cuidados Intensivos por el cariño con el que tratan a los enfermos, incluso a los que no pueden escucharles ya.

Están ustedes hechos de otro material, supongo que lo saben.

No quiero despedirme sin desearles mucho ánimo y buena suerte en este nuevo periodo que van ustedes afrontar dada la expansión del miedo entre los humanos, que siempre es mayor que la de cualquier virus y en ocasiones más letal.

Un agradecido saludo

El pasado 10 de noviembre de 2019  ingresé con un cuadro critico, el día 12 me operaron, a través de estas líneas desearía expresar en mi nombre y en el de toda mi familia mi más sincero agradecimiento por la profesionalidad de todo el equipo y su buen hacer.

GRACIAS por devolverme la vida.

El pasado 21/02/2020 nació mi sobrino y no puedo estar más agradecida del trato recibido por todo el personal del paritorio, haciendo de un momento único, algo mucho más especial. Pero sobre todo a Mayte, matrona que alargo más de una hora su turno para ser ella quien lo trajera al mundo, después de estar toda la noche atendiendo a mi hermana y al pequeño. Por ello me gustaría dar a conocer la gran labor que realizan y el trato tan personalizado y maravilloso que ofrecen.
 
Muchas gracias por todo.